8 Abner se irritó mucho por las palabras de Isbaal y respondió: «¿Soy
yo una cabeza de perro? Hasta hoy he favorecido a la casa de tu padre Saúl,
a sus hermanos y sus amigos, para que no cayeras en manos de David, ¿y
hoy me llamas la atención por una falta con esta mujer?
9 Esto haga Dios a Abner y esto le añada si no cumplo a David lo que
Yahveh le ha jurado,
10 que quitaría la realeza a la casa de Saúl y levantaría el trono
de
David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Berseba.»
11 Isbaal no se atrevió a contestar una palabra a Abner, por el miedo
que le tenía.